La corriente filosófica que nace hace 2500 años, y que sitúa a la materia como elemento principal -y único- en la Naturaleza, esto se denomina llama Materialismo. Esta corriente está más o menos opuesta al Idealismo, que considera a la materia como un simple "reflejo" de la realidad.
A principios del S.XIX, el materialismo supone una oposición radical a la teología y la religión, y por tanto una lucha contra las instituciones que detentaban el poder. Ésta corriente es "resucitada" por L.Feuerbach, que critica el idealismo de su colega Hegel. Posteriormente, Marx y Engels toman el materialismo de Feuerbach y aprovechan el razonamiento dialéctico de Hegel, aunque "invertido", según sus propias palabras, porque rechazan su orientación idealista.
Hegel: "El pensamiento es el ente creador de lo real"
Marx: "El pensamiento no es más que lo material traducido a la mente del hombre"
LA DIALECTICA
La dialéctica surge para explicar el desarrollo de los procesos sociales, históricos, físicos, químicos,... es decir, de cualquier proceso. De ahí su carácter polivalente y universal. Marx tomo la dialéctica para ponerla al servicio del materialismo.
La dialéctica supone una forma de ver el mundo, no como un conjunto de objetos terminados y estables, sino como un conjunto de realidades cambiantes. Para comprender la dialéctica, debemos aceptar que absolutamente todo, tanto lo material como los conceptos abstractos, se halla sometido a un continuo proceso de cambio. La dialéctica niega la existencia de realidades inmutables. Todo aquello en lo que podemos pensar sufre desarrollo y variación: las sociedades, el ideal de belleza, de justicia, el significado de conceptos como "Diios", "mundo"...
¿Cómo se produce este desarrollo? ¿Cuál es su motor? Éste es el núcleo de la cuestión, y sobre el que Marx se detiene a investigar. Según él, el desarrollo no se produce de un modo gradual, paulatinamente, si no que ocurre "a saltos", presenta discontinuidades, cataclismos, revoluciones,...
No hay comentarios:
Publicar un comentario